Durante el 2020 el virus SARS CoV2 ha generado desafíos científicos económicos y políticos a nivel mundial, y la comprensión del virus, sus efectos sobre la salud, los patrones de transmisión y las implicaciones sobre  la continuidad del negocio se han convertido en una prioridad para las empresas.

Los pilares definidos por los referentes internaciones en la estrategia TTI: TEST, TRACE, ISOLATE  testeo, trazabilidad y aislamiento han sido puestos a prueba  en diferentes niveles  y producto del ensayo y error se ha comprobado  que ni  el aislamiento indefinido, ni la gran inversión en pruebas diagnósticas pueden  hacerle frente  y contener los brotes de covid. 

Esto reviste especial importancia en las empresas  ya que  por definición  estas frecuentemente se consideran  “ambientes cerrados”   poblaciones  de diferente número  en entornos físicos delimitados, con interrelación entre la ejecución de las  funciones  que se ven enfrentados a los patrones de propagación por gotas, aérea y por contacto con superficies.

Los departamentos de recursos humanos, HSE y los jefes directos deben ser instruidos en las definiciones de caso probable caso sospechoso y contacto estrecho para que sean ellos quienes puedan detectar  a tiempo los  casos y participar activamente en el análisis.

Ante la presencia de un casos sospechoso, probable o confirmado, la delimitación de los cercos epidemiológicos corresponde a información que requiere una inclusión inicial de la población por parte de jefes directos y  HSE lo cual debe ser sometido a un análisis a profundidad  por parte del médico quien procede a hacer un filtrado  discriminando los contactos estrechos los cuales son, según el Instituto Nacional de Salud “Cualquier persona, con exposición no protegida, que haya compartido en un espacio menor a dos metros y por más de 15 minutos con una persona con diagnóstico confirmado de COVID-19, sin importar que tenga o no síntomas” y cumplir el aislamiento  definido   por el ministerio de salud.

Los contactos que para efectos prácticos se pueden llamar laborales, personas que se encuentran en el ámbito laboral con una interacción de bajo riesgo o que no corresponden a las premisas antes formuladas deben recibir acompañamiento, reforzar medidas de protección personal y reportar estado de salud hasta que se controle el brote o se elimine la sospecha.

Esta información puede ser compartida con las secretarías de salud  en caso de requerirlas lo cual puede reforzar  el análisis de casos hecho por estas instituciones, y es muestra de la gestión en salud pública gestionada por la empresa para fines de auditoría.

Durante el aislamiento  se debe  realizar vigilancia activa al caso positivo y los contactos estrechos y promover el enlace para solicitar apoyo a las entidades prestadoras de salud quienes emitirán un certificado  de cierre de caso con lo que se puede preparar el reintegro laboral.

Es haciendo un análisis poblacional depurado y utilizando conceptos epidemiológicos básicos  en el ambiente de trabajo que se puede controlar  apropiadamente la transmisión del virus y minimizar el ausentismo, y lograr las metas comunes en las empresas, y es este análisis el que contribuye positivamente al control de la diseminación incluso en otros espacios de la sociedad, contribuyendo esto a un objetivo común: hacerle frente al virus SARS CoV2 y sus efectos derivados.


Dra. Catalina Copete , Especialista en salud laboral

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